En resumen
El período de 1 de abril de 2020 hasta el 31 de marzo de 2021 que cubre este informe anual obviamente estuvo marcado por la pandemia de COVID-19 que ha cambiado profundamente nuestro mundo. Además de la pandemia, se ha producido un deterioro del contexto de seguridad y una reducción del espacio democrático en casi todos nuestros países de intervención. ¡Pero nada de esto nos detuvo!
Como Abogados sin fronteras Canadá (ASFC) ya está bien “localizada”, con formidables equipos y socias ubicadas directamente en el campo, el trabajo ha podido continuar en los países donde la organización está presente. Nuestras socias en todo el mundo se han remangado, han demostrado coraje y resiliencia, se han adaptado y continúan apoyando a las personas en situacion de vulnerabilidad para que puedan ejercer sus derechos y mejorar su situación.
Escuchamos, mostramos flexibilidad e imaginación, nos reinventamos y trabajamos muy duro. Se han desarrollado nuevas formas de hacer las cosas, en particular apoyándose en las tecnologías de la información. Como muchos de ustedes, hemos adoptado el teletrabajo a gran escala y hemos aprendido a crear cohesión entre nuestros equipos en el mundo a pesar de la distancia física. Nuestra huella ambiental se ha reducido y algunas actividades ya no requieren viajar ahora que el modo virtual es parte de nuestra vida diaria. En resumen: sobrevivimos a la tormenta permaneciendo sin fronteras a pesar del cierre de las fronteras.
Incluso hemos crecido. De hecho, hemos convertido esta prueba en una oportunidad. Manteniendo nuestros valores y nuestros principios de acción, hemos fortalecido nuestros programas, nuestra metodología, nuestras políticas y nuestra organización. ¿El balance? A pesar de la adversidad, nos complace informarles nuevamente este año de resultados excepcionales a favor de la justicia, los derechos humanos y el desarrollo.
En Malí, la Comisión de la Verdad, Justicia y Reconciliación (CVJR), apoyada principalmente por ASFC, ha contribuido a la paz estableciendo la verdad sobre los conflictos y otros episodios de violencia armada en Malí y permitiendo que las víctimas, especialmente las mujeres, participen activamente en el proceso de justicia transicional. A pesar de la pandemia, del terrorismo y de los golpes de Estado, la CVJR realizó audiencias públicas, recibió más de 7.000 declaraciones y testimonios y sensibilizó a más de 5.000 personas. Todas estas son contribuciones a la estabilización y la seguridad en este país, en África y en el mundo.
En Colombia también ASFC continuó apoyando el proceso de paz y reconciliación, aun si los vientos eran desfavorables con un contexto político y sanitario turbio. Gracias a una metodología desarrollada con organizaciones de la sociedad civil, ASFC ha permitido que cientos de mujeres participen en la justicia transicional e influyan en su curso.
Importantes avances también en cuanto a la represión penal de la trata de personas en Centroamérica, con el apoyo de ASFC para la reanudación de las actividades de los tribunales especializados en la materia en Guatemala, la formación de fiscales antitrata, el fortalecimiento de la cooperación interinstitucional y la participación directa de las víctimas en el ejercicio de sus derechos.
Son dignas de elogio las victorias espectaculares en las que la ASFC participó con sus socias ante tribunales nacionales u organismos internacionales. Este es particularmente el caso con respecto a los derechos sexuales y reproductivos, las violencias basadas en género y la discriminación. El caso Vicky Hernández, una persona trans asesinada en 2009 en Honduras, fue llevado con éxito ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo que representa un paso adelante para la comunidad LGBTI a nivel internacional. En Cobán, Guatemala, las audiencias en el caso de las niñas que fueron abusadas sexualmente en el sistema escolar están sacudiendo al país y generando cambios significativos en las políticas y estándares para prevenir estos graves abusos. En Malí, un recurso para poner fin a la práctica de la “esclavitud por descendencia” (una persona es considerada esclava porque sus antepasados eran esclavos) obligó al Estado a actuar para reformar el código penal. En Haití, mujeres víctimas de violación mientras estaban recluidas en una prisión de Gonaïves fueron puestas en libertad.
También en Haití, los representantes de las víctimas de la epidemia de cólera, después de 10 años de espera, finalmente pudieron dirigirse directamente a la ONU gracias a los buenos oficios de ASFC. Dado que la epidemia fue causada por las fuerzas de la ONU en Haití, este diálogo es una condición esencial para la reparación por los daños sufridos por las víctimas.
La lucha contra la corrupción se ha intensificado, particularmente en Haití y Honduras, donde organizaciones apoyadas por ASFC descubren y denuncian prácticas corruptas.
En todos los países de intervención, ASFC ha propiciado cambios profundos en la práctica del derecho a través de la formación de una nueva generación de abogado.as comprometido.as hacia los derechos humanos gracias al programa de pasantías de ASFC y bufetes de abogado.as socios.
A nivel financiero, fuimos prudentes al recortar sustancialmente, a marzo de 2020, el presupuesto que se había preparado justo antes de la pandemia. Esta estrategia dio sus frutos: cerramos el año respetando este presupuesto revisado, un descenso moderado del 14% respecto al año anterior. Por lo tanto, ASFC está bien posicionada para reanudar un crecimiento saludable, ya previsto en el presupuesto 2021-22. Los primeros meses de 2021 ya apuntan en esta dirección, puesto que firmamos contratos para 12 nuevos proyectos con un valor total superior a $ 45 millones durante varios años.
El nuevo plan estratégico 2021-24, adoptado al final de un proceso altamente participativo con todo el equipo internacional de ASFC, pretende aprovechar este impulso para consolidar la posición de ASFC como actor clave en términos de empoderamiento a través del derecho en Canadá y en todo el mundo. Lo haremos continuando utilizando el derecho y los mecanismos de justicia como instrumentos de cambio para fortalecer los servicios jurídicos de calidad y brindar resultados concretos para las personas en situación de vulnerabilidad.
¡Gracias a nuestras socias, tanto en el campo como en Canadá, y a todos los que nos ayudan y acompañan en esta misión!

Delia Cristea, Presidenta del consejo de administración

Pascal Paradis, Director general
Asfc en cifras
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18
proyectos
de cooperación internacional
23
nacionalidades
representadas dentro del equipo (estadounidense, argentina, austriaca, beninesa, boliviana, belga, canadiense, camerunesa, colombiana, ecuatoriana, española, francesa, guatemalteca, guineana, haitiana, hondureña, maliense, mexicana, peruana, salvadoreña, serbia, suiza y venezolana)
100 casos
emblemáticos de violaciones de derechos humanos
llevados ante tribunales y órganos internacionales
15.000 personas
situación de vulnerabilidad
incluido.as defensore.as de los derechos humanos, que se benefician directamente de nuestras actividades o de las organizadas por nuestras socias
8700 victimas
acompañadas
particularmente a través de servicios de asistencia jurídica y judicial directos o apoyados por nuestras socias
7 oficinas
en el mundo (Bamako, Bogotá, Ciudad de Guatemala, Quebec, Puerto Príncipe, San Salvador y Tegucigalpa) y 4 antenas regionales (Medellín, Bucaramanga y Pasto en Colombia, y Montreal)
8 países
de intervención
(Colombia, Guatemala, Haití, Honduras, Malí, Benin, Burkina Faso, El Salvador)
109 empleado.as
y pasantes y 23 voluntario.as desplegado.as a nivel nacional e internacional, incluyendo 91 mujeres y 41 hombres
CifrasDel 1 de abril de 2020 al 31 de marzo de 2021
ASFC en el mundo
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